31 de octubre de 2006

Si me apuran y basándome únicamente en que se pueden ver las luces encendidas, y, por supuesto la pandereta tan trastornante, sonora y enfermiza en su cascabeleo demoníaco; juraría que al aire en ese momento el Sr. Pedro nos gritaba; en esa mezcla ambigua de dulces y amargos, de falsa calma, en ese alarido desesperado que mas que afirmar parece suplicar; "desestresandome, desestresandome, desestresandome, desestresandome, desestresandome, desestresandome, desestresandome,
deses - tre - san - do - me."

Frank

4 comentarios:

Gege dijo...

¿Esa fue la pandereta que estallo en el último toque?

Gege dijo...

Desestresese Ameba, que se nos viene flor de T-sunami en el mar de la intranquilidad....
Y la ola que arrasa, se lleva camalotes, amebas, corales de colores y sobre todo camarones dormidos.

Anónimo dijo...

La pandereta del ultimo toque era blanca, yo tengo una de sus chapitas.

La chapita se la entrego Pedro a un amigo, el cual en un acto de total desprendimiento se la cedio a mi persona.

Gege dijo...

My treasureeeeeeeeeeeeee.